Si queremos obtener unas impresiones de calidad que reflejen nuestra profesionalidad, es fundamental utilizar el correcto tipo de papel dependiendo del trabajo que vayamos a imprimir.
Además, el tipo de papel que utilicemos no influye únicamente en la calidad de las impresiones, también tiene una relación directa en los costes que tendremos que asumir, ya que se trata de un consumible más, como puede ser el tóner o los cartuchos de tinta.
El coste relacionado con el papel abarca, tanto el precio que pagamos por el propio papel, como los costes añadidos derivados del papel que desperdiciamos por no usar el correcto gramaje o tipo de papel.
Ilustrándolo con un ejemplo, imagina que tenemos que imprimir un documento con muchas imágenes y utilizamos un formato A4 de un gramaje muy bajo. ¿Qué crees que pasaría? Pues lo más seguro es que el papel no sea capaz de absorber tal cantidad de tinta y, como consecuencia, obtendremos un documento inservible por su mala calidad. Por lo tanto, al no haber utilizado el correcto tipo de papel, hemos generado un gasto innecesario tanto de papel como de tinta o tóner.
Para no tener este tipo de problema, te explicamos cuál es el papel adecuado según el documento que vayamos a imprimir.
Qué tipo de papel utilizar según el tipo de documento
Documentos estándar
Son los documentos formados mayoritariamente por texto. También pueden incluir alguna imagen o gráfico como elementos secundarios. Resumiendo, se trata de la impresión habitual de la mayoría de oficinas.
Para este tipo de documentos lo ideal es utilizar un papel estándar y que su gramaje sea de 80 gramos, de esta forma contaremos con un papel de una consistencia aceptable y evitaremos que se curve o arrugue en el proceso de impresión. Es de las mejores opciones en relación calidad/precio.
Fotografías e imágenes
En este caso tendremos que utilizar un papel fotográfico. Este tipo de papel se caracteriza por contar con una opacidad mínima (no se ve a través de él). De esta forma, nos aseguramos de que la tinta no acabe atravesándolo y obtendremos el mejor resultado. Se trata de uno de los papeles más caros.
Dentro del papel fotográfico podemos elegir entre el mate o el satinado (con brillo). Si nos decantamos por el papel fotográfico satinado, el nivel de brillo no debería ser inferior a 90 sobre 100.
Documentos internos
Si los documentos que imprimimos no van a salir de nuestra oficina o del círculo interno de la empresa, podemos aprovechar para utilizar el papel reciclado. Este papel se convierte en una buena opción si queremos reducir costes de impresión.
Pero además, dependiendo del tipo de empresa que seamos, o si, por ejemplo, queremos transmitir una imagen de responsabilidad con el medio ambiente, este tipo de papel también puede ser una buena opción.
Como consejo, cuando adquirimos este papel debemos asegurarnos de que su gramaje no sea demasiado alto y que su textura sea lisa, si no podría producir atascos de papel.
Folletos y flyers
Para este tipo de documentos necesitaremos un papel consistente con un alto gramaje (entre 135 y 200 gramos).
Los consejos ofrecidos en este post son de carácter informativo. No nos hacemos responsables de la interpretación incorrecta de los mismos, ni de las actuaciones inadecuadas llevadas a cabo en consecuencia.